Erasmus, la mejor excusa para salir de tu zona de confort.
Estos 3 meses en Polonia han sido, probablemente, los más intensos de mi vida. Nunca en un periodo tan corto de tiempo he conocido a tanta gente, hecho tantos planes, viajado a otras ciudades (viví en Wrocław y estuve en Cracovia y Varsovia) y pasado tan bien como aquí, desde donde escribo esto.
La primera semana es rara, ya que tienes que acostumbrarte a escuchar un idioma que no es el tuyo, a buscarte un par de colegas para que te vayan presentando a más gente e ir formando un grupo, ir conociendo la ciudad para no perderte cada vez que te montas en un tranvía o autobús, pero ahí es donde está la gracia del erasmus.
Mi mayor consejo para quien se lo esté planteando es que no se centre en sólo conocer a otros españoles que estén también de erasmus en la misma ciudad. Créeme, la cantidad de españoles que he conocido aquí que llevan varios meses y ni siquiera saben decir el nombre correcto de la ciudad da miedo (se pronuncia “brotsuaf”, sí). En mi caso he tenido tanto grupos de españoles y de polacos, y creo que ha sido la mejor decisión que he podido tomar ya que tenía por un lado la tranquilidad de compartir experiencia con gente que está viviendo lo mismo que yo, y con gente local que me enseña todas las tradiciones y costumbres del país en el que estoy.
Sólo el que lo vive sabe lo intenso que es todo, que gente que conoces objetivamente de poco tiempo se convierten en tus mayores colegas, que las cosas que hiciste la semana pasada parecen que fueron hace meses al hacer tanto en tan poco tiempo, y nadie al que se lo cuentes estoy seguro de que lo va a entender, por lo que se lo recomiendo a cualquier persona que le apetezca arriesgar, porque seguro que va a ganar.
Antonio Javier Pérez Hernández
Comercio Internacional Bilingüe
FCT en Breslavia, Polonia
Abril-junio 2024